Big Data en Automoción: ¿Ya ha llegado el futuro?
La conectividad en el automóvil nos ha proporcionado una gran cantidad de beneficios en términos de entretenimiento, información, planificación de viajes y seguridad en movimiento. Pero los beneficios de los vehículos conectados van mucho más allá, gracias al desarrollo del Big Data en automoción.
¿Qué es el Big Data?
Big Data es la tecnología que permite el análisis masivo de datos. Cuando las nuevas tecnologías y la conectividad comenzaron a generalizarse, propiciaron la recogida de una gran cantidad de datos, tan grande que las aplicaciones de procesamiento de datos que se venían usando no eran capaces de tratarlos ni analizarlos para obtener de ellos información de valor.
Gracias al Big Data, actualmente es posible el análisis de esa gran cantidad de datos en tiempo real, lo que ha supuesto un importante avance en todos los ámbitos. Y uno de los sectores que se han visto beneficiados por el desarrollo del Big Data ha sido la automoción.
El Big Data en la Automoción
El sector de la automoción ha sido uno de los pioneros en implantar la conectividad en sus productos, en el marco de la tendencia global del Internet de las Cosas. Este avance ha supuesto una significativa mejora para los consumidores y su creciente necesidad de estar continuamente conectados. Pero, además, ha puesto al alcance de las empresas de automoción una gran cantidad de datos que crece exponencialmente y que, gracias al Big Data, se pueden utilizar para ofrecer un mejor producto y un mejor servicio al cliente.
Aplicaciones del Big Data en Automoción
La industria de la automoción
Con el Big Data, los fabricantes de automóviles tienen en sus manos una poderosa herramienta para mejorar el proceso de fabricación de sus productos. La mecanización de las plantas de montaje ofrece un importante volumen de datos que, combinados con los datos de los vehículos conectados en uso, pueden ayudar a predecir de forma muy fiable, por ejemplo, dónde puede fallar un motor o sistema eléctrico o la durabilidad de las distintas piezas de un automóvil.
El vehículo se adapta al conductor
El Big Data ofrece a las empresas de automoción un retrato cada vez más preciso de la persona que ha comprado o va a comprar su vehículo. Gracias a esto, se puede saber el estilo de conducción de cada usuario, qué tipo de acabados son los que tienen más éxito o qué innovaciones son las más demandadas. En función de estas variables, las empresas pueden rediseñar su producción para crear automóviles que se adapten a los gustos y preferencias de los conductores..jpg)
Ventajas para el conductor y para la sociedad
El Big Data es fundamental para el funcionamiento de aplicaciones de servicios conectados que hacen la conducción más fácil y segura, como Volvo On Call. Pero el futuro va mucho más allá.
Volvo Cars está investigando actualmente varios servicios de vehículos conectados que podrían ofrecerse gracias a los datos recogidos internamente por el vehículo y a la nube de Volvo. Por ejemplo, las ciudades inteligentes podrían mejorar la gestión del tráfico en función de las alertas de atascos en tiempo real; los conductores podrían recibir también en tiempo real alertas meteorológicas, avisos sobre emergencias en carretera o incluso alertas sobre frenazos bruscos de otros conductores. .jpg)
Compartir datos de tráfico en tiempo real puede proporcionar un fuerte impulso a la seguridad general del tráfico y tendrá más efectividad en la medida en que aumente el número de coches conectados aportando información. Es por ello que Volvo Cars está uniendo fuerzas con otros fabricantes de automóviles, proveedores de servicios y gobiernos nacionales en un proyecto piloto paneuropeo innovador para compartir de forma anónima los datos de seguridad del tráfico generados por los automóviles, en aras de carreteras más seguras para todos.
Los beneficios del uso del Big Data para la seguridad en la conducción serán incontables. Especialmente en combinación con los sistemas de seguridad activa como City Safety, Run-off Road Mitigation y Oncoming Lane Mitigation. Con estas tecnologías, si un conductor no respondiera a las señales de advertencia y corriera el riesgo de sufrir un accidente, el automóvil podría intervenir limitando la velocidad, alertando al servicio de asistencia Volvo on Call e incluso reduciendo la velocidad y estacionando el vehículo de forma segura.
En definitiva, con el uso del Big Data, el sector de la automoción se ha encontrado con una oportunidad, impensable hasta ahora, de mejorar tanto los vehículos como sus relaciones con los consumidores y los servicios que les ofrecen a estos y a la sociedad.